En 2015, durante su primera visita oficial a los Estados Unidos, el Presidente Xi Jinping de China envolvió sus demandas de respeto en una retórica tranquilizadora. Sin embargo, tras bastidores, en reuniones con el ejército, Xi advertía en términos sorprendentemente claros que la competencia intensificada entre una China en ascenso y una Estados Unidos de larga dominación era casi inevitable.
El Doble Discurso de Xi
Mientras cortejaba a ejecutivos tecnológicos y defendía los controles de internet de China en los Estados Unidos, en China Xi instaba al ejército a prepararse para un conflicto potencial. Aunque hablaba de un "nuevo modelo" de relaciones entre grandes potencias, sus discursos internos revelaban una visión más pesimista. Xi sostenía que China buscaba ascender pacíficamente, pero las potencias occidentales no aceptarían la idea de que una China liderada por el Partido Comunista estaba alcanzando y eventualmente superaría su primacía global.
Una Perspectiva Interna Reveladora
Los discursos de Xi ante la milicia, recientemente revelados, ofrecen una visión sin adornos del líder en el centro de una rivalidad entre superpotencias que está dando forma al siglo XXI. Estos discursos, recopilados en "Declaraciones Importantes de Xi Jinping sobre Defensa Nacional y Desarrollo Militar," abarcan sus primeros años en el poder, de 2012 a febrero de 2016.
La Convicción Fatalista de Xi
Incluso antes de que las relaciones entre Beijing y Washington se deterioraran bajo la administración Trump, Xi expresaba una convicción casi fatalista de que el ascenso de China provocaría una reacción adversa de rivales occidentales que buscaban mantener su dominio. "Cuanto más rápido nos desarrollemos, más fuerte será el impacto externo y mayor será la repercusión estratégica," afirmó Xi en 2014.
La Percepción de Occidente según Xi
Desde la perspectiva de Xi, Occidente buscaba socavar el poder del Partido Comunista Chino y contener la influencia china en el extranjero. Según él, la respuesta a estas amenazas era un gobierno con mano de hierro y un Ejército de Liberación Popular cada vez más fuerte.
Preparativos para el Encuentro Biden-Xi
En preparación para su reunión con el presidente Biden en California, Xi ha tratado de estabilizar las relaciones con Washington, aparentemente motivado por los problemas económicos de China y el deseo de reducir el aislamiento diplomático de Beijing. Sin embargo, persiste la desconfianza mutua, y cualquier alivio de la antagonismo podría ser tenue.
La Persistente Desconfianza de Xi hacia Estados Unidos
Xi ha subrayado que su evaluación del desafío planteado por Estados Unidos permanece sin cambios. "Los países occidentales liderados por Estados Unidos han implementado un cerco integral, cercamiento y represión de China," afirmó con franqueza en marzo. Estas declaraciones proporcionan una visión clara de cómo Xi ve la relación actual entre las dos potencias.
Xi Jinping: Un Líder Arraigado en la Historia
La visión de Xi sobre el mundo y Estados Unidos refleja los años turbulentos de China cuando se preparaba para asumir el poder. Aunque algunos esperaban que Xi, con su pedigrí revolucionario y experiencia en provincias costeras, reiniciara los esfuerzos de liberalización económica, su orgullo en el Partido Comunista y su escepticismo hacia Estados Unidos pintaron una imagen más compleja.
China y la Crisis Financiera Global
La crisis financiera global de 2007-08 alteró las percepciones chinas sobre la competencia occidental. Para muchos en Beijing, la incompetencia percibida de los formuladores de políticas económicas estadounidenses durante la crisis cuestionó el modelo occidental. La creciente creencia en que el mundo necesitaría a China para liderar la recuperación fortaleció la posición de Xi.
Xi y Putin: Un Frente Común Contra la Influencia Estadounidense
Xi y el presidente ruso Putin compartían la idea de que Estados Unidos buscaba desestabilizar a sus rivales mediante insurrecciones en nombre de la democracia. La adopción por parte de Xi del término "revoluciones de color," proveniente de Putin, refleja la preocupación compartida sobre la interferencia occidental.
El Espectro de la "Revolución de Color" en China
A mediados de la década de 2000, los temores chinos de protestas contra el partido no parecían infundados. La corrupción y los escándalos oficiales habían enfurecido a muchos, y internet proporcionaba nuevos canales para amplificar las quejas. Xi, en particular, vio lecciones en las revueltas de la "Primavera Árabe" y la caída de líderes autoritarios.
Xi Renueva el Ejército: Advertencias y Cambios
Pocos meses después de asumir el poder, Xi advirtió sobre el peligro de que el ejército chino perdiera su nervio, recordando la caída de la Unión Soviética. Inició una reorganización profunda, buscando hacer de la PLAA una fuerza integrada capaz de proyectar el poder chino en el extranjero. Su insistencia en la necesidad de una fuerza militar formidable subrayó la urgencia de estos cambios.
La Fortaleza Militar como Garante de Seguridad
En una cumbre con líderes militares en 2015, Xi subrayó la importancia de la fuerza militar y la capacidad de usarla. "En la competencia internacional, las operaciones políticas son muy importantes, pero en última instancia se reduce a si tienes fuerza y si puedes usar esa fuerza," declaró. Para él, el poder era el último garante de seguridad y fortaleza.
Conclusión
El análisis de los discursos internos de Xi Jinping proporciona una visión reveladora de su enfoque estratégico y su visión del mundo. Mientras busca estabilizar las relaciones con Estados Unidos, sus percepciones arraigadas en la historia y su desconfianza persistente sugieren que la rivalidad entre las dos potencias seguirá siendo un tema central en las relaciones internacionales del siglo XXI.